martes, 26 de noviembre de 2013

La vida te pone pruebas y no le importa si estás preparado o no. La vida, al igual que el amor crean un vínculo con aquellas personas que están destinadas a disfrutar ambas cosas contigo. Si las circunstancias no salen como las esperas no queda más que aferrarte al presente y a todos aquellos momentos que te llenan de sabiduría y de aprendizaje.
Gente que se va, que se queda. Corazones rotos y completos. Risas, sonrisas, lagrimas y enojos. Vale más atesorar cada momento con la persona a la que se quiere que olvidarlos por arranques de angustia y desesperación. Cada persona deja una huella en tu vida, una marca que te ayuda a reconocer que compartió contigo aquellos momentos que te hicieron crecer como persona. No esperes a que la vida te depare situaciones que están fuera de tu alcance, al contrario, sé lo mejor que puedes ser con aquella persona y dale todo lo que le puedas dar, las recompenzas vendrán más adelante quizás con personas que jamás imaginaste. Porque la vida es demasiado corta para quedarte esperando.

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